Celebra la vida


Cumplir años en medio de una pandemia


La gente está cayendo a mí alrededor como palomas acertadas por una pedrada... 
y de pronto me toca cumplir años.

Y no sé si respirar aliviado, 
porque, precisamente, el problema de estos días es respirar. 

He de reconocer que nunca
había pensado tanto en mis pulmones.

Antes de esto, eran simples órganos rugosos y sin atractivo que daban forma a mi pecho y que a veces los médicos intentaban escuchar a través de mi espalda.

Ahora cada vez que me despierto en la madrugada, tomó aire profundamente, tratando de sentir cada una de sus cavidades y de verificar si todavía están intactos.

Es raro
pero con el tiempo, vivir se convierte en algo que damos por hecho.

Para nuestro pequeño cerebro deslumbrado
el día de mañana es algo seguro.

Y, por eso, sin pensar demasiado, desperdiciamos las horas en actividades irrelevantes 
y planificamos los días
con la mano sin emociones de un notario.

En nuestra mente, la mortalidad es un espejismo que no tiene espacio en ningún día de nuestra agenda.

Alguien que recuerdo mucho escribe en mi Facebook: "Te diré una frase que me dijiste hace muchos años y la tomé para siempre: Celebra la vida".

Y me enternece haber podido tocar, con los deditos dorados de un pensamiento, la mente de una persona.

Se puede existir más allá de los pulmones y la tráquea, pienso. 

Alguien que no conozco me escribe desde Huancayo: "Feliz cumpleaños, estimado maestro Carlos." Y tengo un golpe de emoción cuando agrega una foto con los únicos cuatro libros que he escrito en mi vida.

"Me tomó dos años encontrarlos", me dice.


Suena una campanilla. Me llega un video por WhatsApp. Es el rostro, vivas y hermoso, de una de las personas más inteligentes que conozco que, de pronto y sin previo aviso, arruga mi corazón cuando empieza a cantar: "Estas son Las Mañanitas...".


Y me doy cuenta que estoy vivo.
Que sin importar lo que logre hacerme el virus, si me alcanza, voy a seguir vivo.

Qué a pesar de toda mi misantropía y mi autismo social, algo de mí seguirá existiendo cuando me marché.

Que merecer un espacio en la mente de alguien es la forma real de vivir.

Y creo que sólo me queda seguir luchando para ganarme ese pequeño lugar.
Porque, como todos, quiero seguir vivo. 

chaveztoro


Comentarios

Seguidores