Hay días en que uno
no se siente culpable de ser feliz.
Días en que el sol es una bola de peluche
que te acaricia cómo una mujer amorosa.
Hay días en que has caminado tanto y has llegado tan arriba
que ninguna noticia mala o buena puede perseguirte hasta allí.
Días en que te liberas de las vicisitudes de los mortales
y te sientas al lado de los dioses.
Al lado del Dios cielo azul.
Al lado de Dios montaña enorme.
Al lado del Dios cañón, del Dios río.
Al lado de la Diosa beso.
Al lado del Dios silencio.
Y por un instante
eres un hijo de Dios al que a sus padres abrazan con fuerza.
Hay días en que los combates y las derrotas,
las furias de orgullo y las victorias
son apenas pequeñas nubes blancas
que se van.
Y en que confirmas
que lo único que te hará feliz en la vida
es subir una montaña, una muy alta,
abrir los ojos, abrirlos realmente,
sentir unos brazos tibios alrededor de tu cuello
y respirar.
chaveztoro
Comentarios
Publicar un comentario